Creé una apariencia dura con la cual lo enfrentaría, pero ella incompatible con mi razón y corazón se rompió en mil pedazos con tan solo oír su voz. Mi cuerpo doblegado ante su tacto dejó atrás el tabú de la decepción y volvió a enredarse al tronco.

Volví una vez más.  A pesar de haber perdido ya la cuenta, lo sentí como la primera vez.  Lo quise, lo deseé, lo obtuve, lo viví, lo disfruté.  Son esas cosas de la pasión que aún no logro descifrar.  Sus manos sobre mi piel, dejando caer la ropa cual gotas de lluvia.  Sentir sus labios recorriendo mi cuerpo, sintiendo amor donde pensaba no podría sentir nada.  Su respiración chocando contra mi espalda, dibujando un paisaje con el viento.  Su mirada insinuante, provocándome a hacer lo que nunca jamás creí que haría.  Sus palabras dulces y delicadas.  Su pecho dispuesto a recibirme para un sueño cálido.  Sus brazos acobijándome, protegiéndome…

Fingir, fingir fue la acción que decidí tomar cuando me encuentre frente a él, fingir que nada había ocurrido, que había olvidado todos los momentos que vivimos, que él era ahora solo alguien más, y no pude, no pude decir todas las mentiras que planee.  Creé una apariencia dura con la cual lo enfrentaría, pero ella incompatible con mi razón y corazón se rompió en mil pedazos con tan solo oír su voz.   Mi cuerpo doblegado ante su tacto dejó atrás el tabú de la decepción y volvió a enredarse al tronco.

Y viví, y disfruté.  Y reí, y amé.  Y morí todo a la vez.  Ahora en sueños tan solo puedo recordarlo, tratando de mantener intacto aquel momento.