30S "Una fecha para olvidar"

¿Qué celebramos hoy?

Hoy es un día trágico en  el Ecuador; hoy 30 de Septiembre se cumple un año de haber visto como la poca “democracia” de este país tan pequeñito se derrumbaba bajo los acontecimientos de aquella mañana, tarde y noche.  Hoy no quería levantarme, no quería seguir escuchando la misma cantaleta de siempre, que aquel día “triunfó la democracia”, cuando en verdad lo que hubo fue un atropello a la paz, fue un combate entre hermanos!  Esto es lo que propició Señor Presidente Rafael Correa, una guerra entre miembros de un mismo país, un intercambio de bombas, piedras, balas…. Un derrame de lágrimas, de sueños, de sangre… Un derrame de vidas ¡
Y me gustaría adivinar que es lo que pasaba por su mente aquel 30 de Septiembre en el que con aires de grandeza, diría yo de inmortalidad, abrió las solapas de su saco y con tono DESAFIANTE dijo: “si quieren mátenme, aquí estoy”; que es lo que trataba de defender, ¿el autoritarismo?, ¿el miedo?.
Aquel día el Ecuador se convirtió en la tierra de nadie, el aire tenso se sentía hasta el más mínimo rincón, la delincuencia a flor de piel, como yo nunca lo había visto, el Ecuador era un caos!  Las calles intransitables, la gente con miedo y, en el Hospital de la Policía, balas que iban y veían, sangre que se derramaba por el suelo, policías, militares y gente inocente que caía al suelo, herida.
Me duele pensar que todos los presidentes de Sudamérica, en el mes de Octubre del 2010, durante una reunión extraordinaria de la UNASUR (Unión de Naciones Sudamericanas), proclamaron a nuestro presidente como un héroe regional que salió a defender la democracia de la nación y que le dio frente a un ataque subversivo, a un “intento de golpe de estado”, a un secuestro.  Esto principalmente me parece tremenda atrocidad, ¿secuestrado?; veamos que significa secuestro:
Secuestro: es el acto por el que se le priva de libertad de forma ilegal a una persona o grupo de personas, normalmente durante un tiempo determinado, y con el objetivo de conseguir un rescate.
¿A qué hora estuvo privado de libertad el Señor Correa?  El podía salir sin problema del Regimiento Quito, primer lugar donde se encontraba, y; del Hospital de la Policía, lugar donde se encontró al final.  El tema del “secuestro” se vio confundida con el MIEDO de salir ante la población enardecida por la actitud del mandatario, y la policía indignada por los cambios en las políticas monetarias, motivo de la sublevación.
Y ahora, después de un año celebramos con algarabía y optimismo estos acontecimientos.  Miles de personas se han concentrado en una de las avenidas principales de la ciudad a ovacionar el mandatario, gente mayormente de provincia y de estrato social bajo, la gente que aún confía en su labor.
Señor Correa, yo lo admiro, sí lo admiro; porque no he conocido a nadie con el poder de convencimiento y liderazgo que usted tiene, por cómo pudo someter a un pueblo de 14 millones de personas a rendirse a sus pies, por cómo puede cambiar las leyes de este país con un chasquido de dedos, por cómo puede poner un alto a las personas que queremos expresarnos libremente, como en una sociedad verdaderamente democrática permitiría hacerlo.
50 millones de dólares gastados en propagandas, en vallas publicitarias, en banderitas verdes, en comida brindada a la “gente revolucionaria”, trasporte, etc.  Tanto dinero para un país que necesita de tantas, tantas cosas; ¡que indignación!
Los ecuatorianos somos gente de bien, trabajadores, luchadores, honestos, responsables, pero si tenemos a la cabeza del país esta clase de representante, un populista pelucón (adinerado, con posibilidades), que nos somete bajo el autoritarismo que le recomienda el día a día, no se puede; ¡simplemente no se puede!
Lo único que nos queda es seguir luchando…

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